En los procesamientos de información presentados a continuación, la agricultura DE MAÍZ está asociada a dinámicas agrícolas, ambientales, económicas y culturales de los territorios donde se siembran otros cultivos fundamentales, tales como el frijol, el café y el agave. Gran parte de estas dinámicas se gestan en alcance a la diversificación productiva que ha permitido a los productores con recursos y accesibilidad limitada, gestionar una agricultura de perfil familiar para el autoconsumo y el comercio, por ejemplo.
Los territorios en donde el eje productivo es el maíz, también brindan impulso y continuidad a la producción de cultivos estratégicos que benefician cadenas productivas locales y que dan identidad a las regiones del país. Sin embargo, también es posible visualizar regiones especialistas y altamente productivas de ciertos cultivos.
A diferentes escalas (local-regional) ocurren procesos que impulsan el cambio y amenazan la permanencia de sistemas más tradicionales. Son presiones directas e indirectas sobre los territorios de los maizales y las milpas, que se enmarcan en distintas pero vinculadas dinámicas que desarticulan la organización social favorecen los cambios en el uso del suelo y disminuyen las áreas de uso para la producción de maíz.